Las calles porteñas abundan de creatividad y pueden encontrarse en ellas las denominaciones más simpáticas y hasta bizarras. Infobae.com realizó un recorrido para capturarlas y además entrevistó a expertos que revelaron los pedidos más controvertidos de nombres de marcas que recibieron
Ni bien el 160 cruza la avenida Rivadavia hacia Palermo, todos los pasajeros alzan la cabeza para mirar un local. No es por lo que vende, ni por sus dimensiones: se trata de un negocio más bien pequeño y que no trabaja el rubro más popular. Pero, llama la atención de todos. ¿Por qué? Por su nombre, que causa simpatía y comentarios.

Es la Santería “Dios me libre”. Y, pasa lo mismo en inmediaciones de Primera Junta.

Allí permanece estacionada una traffic digna de la vieja serie norteamericana Brigada A, en cuya carrocería se lee con letras en negrita: “Matamos por Encargo... (homigas, cucarachas, ratas)”.

En la lista, puede sumarse una empresa de gran nivel, que ya cumplió 108 años en el país, y que sostiene una denominación que es seria porque es un apellido y que genera comentarios casi inevitables: es la mudadora “Verga Hermanos”, con sus pintorescos y gigantes camiones verdes que recorren toda la Ciudad.
A los locales y empresas, se suman los registros de marcas de productos y empresas, algunos rechazados por lo que sugerían.

Pedidos insólitos de marcas
“Lo más raro que me pidieron fue la marca ‘Todo trucho’. Era para crear un museo de lo trucho y la idea era inscribirlo con signos de pregunta para no tener problemas y para que se reflexione si era o no trucho lo que pedía ahi”, comentó el letrado Guillermo Lanfranconi en diálogo con Infobae.com.

Otra experiencia del letrado fue una marca de helados: “Le rechazaron ‘Payasín’ y pidió ‘Pendorcho’ que era algo poco fino”, contó.

Algo que no suena tan raro, si se tiene en cuenta a la famosa marca del rubro: “Pirulo”.

“La marca puede ser bizarra pero no puede tener insultos. Yo mismo tuve una experiencia en relación a los registros. Quise registrar dos de mis libros que se llamaban 'Yo pago, tu pagas, ellos gastan' (sobre gasto del gobierno en 2001 y 2002) y se me opuso Pago Fácil aduciendo que esa marca se confundía con la de su empresa”, dijo.

Leandro Rawski, de RTM Registramos Tu Marca contó que “hay muchos pedidos que me llegan con ‘Fuck’ algo. Pero se rechazan. Por ejemplo, se pidió mucho ‘Fack Quiu’ para vestimenta, que no es igual que el insulto en inglés, pero suena fonéticamente igual y por eso se rechaza”.

“La gente pide muchas cosas. Un grupo de música pidió registrar '20 Mujeres 40 Tetas', todavía no salió, pero se pidió hace 4 ó 5 meses”, dijo.

Laura Alasi, abogada del estudio Ojeda Ayzarnazabal explicó que “hay marcas que piden que son irregistrables. Y otras que son muy graciosas como ‘Si tu me miras’ que es la última que sacamos para lencería”.

Otro de los problemas posibles para el rechazo de una marca es que se pida una que ya existe y es reconocida o bien, una muy famosa, con un pequeño cambio. “Nos pidieron Rever Pass que ya existe y también un modelo de auto muy conocido. No recuerdo bien la marca, pero por ejemplo, pedían que sea en lugar de Honda Civic, con la misma marca pero Civic con “s”: Honda Sivic”, dijeron desde el Estudio Almaraz y Asociados.

La misma fuente comentó que le pidieron uno muy creativo: “'Los Favoritos de Mandra K Salen' para una marca de lotería”.

¿Cuál es el límite?
“Lo único que no tiene que pasar con una marca, es que sea contraria a las normas de pudor, a los buenos usos y costumbres”, dijo Vicente Lourenzo secretario de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

Consultado acerca de qué ocurre entonces con la casa Verga Hermanos, indicó que “ese es su apellido, si no lo fuese, la justicia podría hacer un cuestionamiento”.

Más allá de lo que sugieran o de lo que den a entender las denominaciones, sí puede afirmarse que las mismas son producto de una gran creatividad para adaptarlas con éxito a lo comercial.

Casi en cada barrio, puede encontrarse algún nombre que revele este costado ingenioso de los porteños.