A los 54 años y con 32 de trayectoria frente al micrófono, Eduardo Enrique Lalo Mir es, sin dudas, una de las voces clave del ámbito radial a lo largo de los últimos 20 años por su estilo y creatividad y por el entusiasmo y la energía que pone de manifiesto en su labor. Después de sus experiencias en AM a través de Del Plata ( Lalo Bla..bla ) y Mitre (los tres últimos años, con Animados ), a partir de mañana asume el nuevo desafío de volver a la frecuencia modulada, ya que liderará en La 100, de lunes a viernes, la segunda mañana (de 9 a 13) en la continuidad artística de El show de la noticia , con Roberto Pettinato.

"Fue una buena idea esta indumentaria", dice a manera de saludo en el encuentro con LA NACION en el mismo estudio donde se instalará mañana, mientras luce una remera que lleva impresa la frase Comienzo el 12 en La 100 de 9 a 13 . "Desde hace ya un tiempo la gente me preguntaba en la calle: «¿Lalo, cuándo volvés a la radio?». Y ahora yo les muestro la respuesta en la remera. A partir de mañana, lógicamente, usaré otra que diga: Ya estoy en La 100 de 9 a 13 ", señala con ese tono enfático que lo caracteriza.

-¿Cómo se vive esta vuelta a la FM, en la que trabajaste muchos años y donde alcanzaste popularidad y reconocimiento?

-Yo nunca me fui, porque no tengo la marca AM o FM. Eso ya no existe, es una convención que viene con la radio y siempre hay que tener, pero hago un pequeño racconto para demostrar como esta la cosa. La AM se escucha en todas las repetidoras del interior a través de la FM, es decir que las escuchas en FM y en estéreo, por lo que ya no es AM. La FM, si estás lejos, la escuchas por Internet, donde AM y FM suenan exactamente igual. Y dentro de unos años, cuando todo venga a través de una gran autopista de cable informático, ya no habrá AM y FM, sino simplemente radio. En unas hablarán mas, en otras menos, pero en definitiva es un micrófono, un tocadiscos y un parlante. Después esta la convención de que las FM eran pura música y las AM más habladas y periodísticas, pero también eso se está corriendo, porque hay FM que son todas habladas.

-¿Sos consciente que marcaste un quiebre en la historia de la radio, ya que Radio Bangkok fue un hito reconocido por todo el medio?

-Creo que el break fue anterior. Comenzó en 9 PM , con rock duro y despiadado. Luego llegó Radio Bangkok en 1987, que fue la bisagra: iba a las 10 y tenía todo el encendido de la FM. Se dieron varias coordenadas de tiempo y espacio. La Rock & Pop venia con toda la fiebre de música durante todo el día y ese año Grinbank decidió sumar toda la animación en vivo. Allí estábamos Mario Pergolini, Ari Paluch y yo. Estaba explotando la FM en plena euforia de la democracia con Alfonsín, antes de sus crisis, con una sociedad cambiante y una avidez de cosas nuevas y nosotros estábamos allí. Y también fue generación espontánea, no refiriéndome al programa de ese grande que fue Miguel Angel Merellano, Porque al juntarnos Bobby Flores, Quique Prosen, Douglas Vinci y yo fuimos una amalgama, un engendro nuevo y un pedazo de cada uno que resultó. Fue un antes y un después para la gente, pero no sé si tanto para mí. Fue abandonar todo lo que estaba pactado y metrificado , porque la FM hasta allí era un tipo y una mina hablando suave, lento, y lo que hicimos fue llevar a la FM un formato más al estilo de La gallina verde o Rulos y moños : una mesa llena de gente diciendo giladas más o menos interesantes.

-Hablemos de la experiencia en la AM, por Del Plata y por Mitre.

-Fue muy interesante. Aprendí mucho y tuve que amoldarme a una serie de cuestiones a las que no estaba acostumbrado. Empecé en una radio muy libre y aquí ingresé en una empresa de radio con años y un patrón que debía aprender y meterme en él. Conocí gente maravillosa y con algunos hemos alcanzado lazos inquebrantables, si se quiere. Y esto no pasa siempre. Descubrí también la presión de trabajar en una radio líder de noticias y de actualidad en el horario mas caliente del día y el vértigo, que era casi insoportable. No hay tiempo ni para ir al baño. Porque estás ahí y te gritan. Siento que toda experiencia, aunque no parezca tan buena, es positiva y te deja cosas que habrías perdido si no las hubieras aceptado y con el tiempo se vuelven invalorables.

-Ahora de nuevo en FM, y en una emisora líder, ¿cuál es tu propuesta a partir de mañana?

-Yo sé cómo va a ser mañana, pero después no tengo la menor idea porque un programa de radio es una cosa tan viva que se va moldeando todos días y con el tiempo va ganando personalidad y firmeza. El verbo es fluir. Es La 100, es la radio de la música, la música de la mañana va a tener mucho que ver conmigo como la de la primera mañana tiene mucho que ver con Pettinato. Entonces, tendrá un alto contenido de cosas que a mí me movilizan: la música de los 80, lo que vino después, los 90, ¿cómo es el rock? Siempre me gustaron las músicas nuevas, raras y sorprendentes y nunca le esquivé el bulto a lo popular. Aún en la época más rabiosa de la Rock & Pop me las ingenié para filtrar cosas que no tenían nada que ver con el formato. La música es el colchón sobre el cual vamos a saltar. Será como un juego, con todo lo que me sale naturalmente. No va a ser un programa de noticias, pero no vas a dejar de estar informado. Va a pasar mas por la onda, por lo sensorial, por la gente, por lo que nos sugiera cada mañana y cada caso en particular. Oyentes que pueden estar viviendo una historia inusitada y nosotros ese día nos colgamos, le ponemos la música de fondo, la investigamos y ojalá lleguemos a una conclusión. También puede ser que al otro día nos movilice una sensación porque somos como somos, porque estamos como estamos, pero corto y al pie. Vamos a ir encontrándole el ritmo, que ya lo tenemos. No hay un esquema rígido. Habrá secciones, porque las noticias estarán muy enmarcadas. Por ejemplo, La Argentina en un minuto y El mundo en un minuto con mi estilo y con un vértigo casi alocado. Y también una cosa que comenzó como un recurso promocional, Llamalo a Lalo , se instalará en el programa. La gente va a llamar, se va a generar una usina de búsqueda continua y todo fluirá de manera natural, sin la presión de la AM.

-¿Está pensado, como se acostumbra ahora, el momento del pase con Pettinato, a las 9?

-No, pero no puedo decirlo taxativamente. Fluimos, no tenemos la presión de un pase. Pero creo que habrá días que si él se queda con algo interesante que decir y si tengo ganas de preguntarle algo lo voy a hacer, por supuesto. Y de pronto puede ser que un día nos crucemos y se quede media hora. Es muy posible, qué se yo. Muchas cosas las sabemos, pero no te las voy a decir. Mi slogan es "la radio no se ve" y la aplico siempre, porque con las palabras podemos inventar un mundo, en esto se parece a la literatura. Los que hacemos radio sabemos que esto es un producto que se termina en la cabeza.

-¿Qué lectura hacés de los últimos cambios y pases radiales?

-Cada tantos vienen cambios en la radio y son como olas, pero todo está aquí más mediatizado. Hoy los medios se alimentan de los medios y a mí particularmente eso no me gusta, me hace ruido, es como un acople en términos radiales. Saber la cocina de todas las cosas me aleja, me gusta más el misterio. Se perdió la magia. Hoy hay una avidez por los medios que ya forma parte de la información general.

-Maju Lozano será tu coequiper en esta nueva aventura radial.

-Diego Poso, el gerente artístico de La 100, la tenía en la mira y yo la conocía de los pasillos de Del Plata. Ella estaba con Gonzalo Bonadeo, en La Metro, donde desde la producción interpretaba un personaje llamado Casquito, y después de verla con Mariana Fabbiani observé que es muy ocurrente. Es como la contrapartida de lo mío, que soy tan enfático, tan gritón, tan locutor. Por eso pensé en ella. Y cuando comprobé que aquí en la radio también la habían elegido... Alcoyana, alcoyana, como decía Berugo.

Por Alicia Petti

El equipo

* A partir de mañana, junto a Lalo Mir, además de la cuota de encanto e histrionismo que aporte Maju Lozano, estarán Sergio Gendler (deportes) y Bebe Contepomi con la información sobre rock nacional e internacional. Adriana Verón participa en la locución y Alejandro Chule en la operación técnica. La producción estará a cargo de Mariana Carpovich (que acompaña desde hace años a Mir en esta labor) y Laura Villa. La coordinación y producción general está en manos de Diego Poso.