Londres/Quito, 19 jun (EFE).- El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, pidió hoy asilo político en la Embajada de Ecuador en Londres con el fin de evitar su inminente extradición a Suecia, que podría haber sucedido a finales de este mes.


La decisión de Assange, que estará bajo la protección de esa Embajada hasta que el Gobierno de Quito evalúe su solicitud, se produce solo cuatro días después de agotar su batalla legal de 18 meses en el Reino Unido contra su entrega a Suecia, donde es reclamado por presuntos delitos sexuales que siempre ha negado.


Assange, de 40 años, se personó esta tarde en la Embajada ecuatoriana, en pleno centro de Londres, sin que su imagen fuese captada por los fotógrafos.


"Como firmantes de la declaración universal de derechos humanos de la ONU, con la obligación de revisar todas las peticiones de asilo, hemos pasado su petición de forma inmediata al departamento competente en Quito", indicó la Embajada ecuatoriana en un comunicado.


Poco antes, en Quito, el ministro de Exteriores ecuatoriano, Ricardo Patiño, informó de que el "exhacker" australiano, que ha divulgado miles de documentos comprometedores, había enviado una carta al presidente ecuatoriano, Rafael Correa, para pedirle asilo político por considerar que hay una "persecución" en su contra.


"La persecución de la que soy objeto en distintos países deriva no sólo de mis ideas y mis acciones sino de mi trabajo al publicar información que compromete a los poderosos, de publicar la verdad y con ello desenmascarar corrupción y graves abusos a los derechos humanos alrededor del mundo", señala en la carta, que fue leída por Patiño.


En su comunicado, la Embajada ecuatoriana apuntó que "la decisión de considerar la petición de asilo de Assange no debe ser interpretada de ninguna manera como una interferencia del Gobierno de Ecuador en los procesos judiciales en el Reino Unido o Suecia".


Un portavoz del Ministerio británico de Exteriores, contactado por Efe, declinó hacer comentarios al respecto.


El pasado día 14 el Tribunal Supremo, máxima instancia judicial británica, dio vía libre a la extradición de Assange desde el Reino Unido a Suecia al rechazar reabrir su caso, como le pidieron in extremis sus defensores basándose en un tecnicismo legal.


El Supremo dictaminó que el periodista y "exhacker" australiano podría ser extraditado a partir del 27 de junio y dio por cerrada su larga batalla legal.


Desde que fue detenido en el Reino Unido, en diciembre de 2010, la defensa de Julian Assange ha tratado por todos los medios de evitar su entrega a Suecia por temor a que fuese extraditado desde allí a Estados Unidos, el país más perjudicado por la difusión de miles de cables diplomáticos secretos de WikiLeaks.


El fundador de WikiLeaks es reclamado por Suecia por presunta violación y acoso a dos mujeres a las que conoció durante un viaje a Estocolmo en agosto de 2010, con las que él asegura que mantuvo relaciones sexuales consentidas.


Tres tribunales británicos, el último de ellos el Supremo, fallaron a favor de su entrega a Suecia en base a una euroorden dictada por un fiscal, pese a que la defensa del australiano alegó siempre que debía proceder de un juez.


El fundador de WikiLeaks estaba en arresto domiciliario desde que comenzó su proceso legal, hospedado por uno de sus partidarios en una casa en la campiña inglesa, y nunca ha sido imputado en el Reino Unido.


En la carta enviada a Correa, Assange señala que "amenazas de muerte, boicot económico y la posibilidad de ser entregado a las autoridades de Estados Unidos por autoridades británicas, suecas o australianas, hacen que busque en territorio ecuatoriano el asilo político y la protección para permitirme continuar con mi misión en un territorio de paz".


En 2010, Kintto Lucas, entonces vicecanciller de Ecuador, invitó al país andino a Assange, que entrevistó al presidente Correa para uno de sus programas de televisión.


"Estamos abiertos a darle la residencia de Ecuador (a Assange) sin ningún problema, sin ningún tipo de condicionamiento", añadió, aunque posteriormente Correa aclaró que su Gobierno no había decidido invitar a Assange pues la declaración de Kintto Lucas "fue a título personal", según Correa.