En la noche del miércoles dentro de la serie televisiva Tercer Grado del Canal de las Estrellas, donde los noticieros Joaquín López Dóriga, Ciro Gómez Leyva, Carlos Marín, Denisse Maerker y Leopoldo Gómez tuvieron de invitado a José Ángel Córdoba Villalobos, secretario de salud, esperaba yo despejar todas las dudas de incongruencias numerológicas que han generado las conferencias de prensa que dictan los secretarios de Estado; sin embargo, para mi sorpresa, aún “Los grandes comunicadores de Televisa” no lograron descifrar ¿qué sentido hay en paralizar el país ante 91 infectados, 8 muertos confirmados puramente por el virus y algunos cientos de posibles infectados más? ¿Quiénes son los muertos, a qué se dedicaban, que estrato socioeconómico sustentaban? Los muertos por influenza H1N1 son tan anónimos como los muertos del diario por el narcotráfico, nunca tienen nombre, circunstancia, ni trascendencia, se les ubica sólo por ser: decapitados, destazados, deshechos en ácido y muertes peores que se fatalizan justo, en la muerte que deja más vejado: ser anónimo, un número estadístico más y no un individuo con historia personal que merecería de nosotros sus compatriotas, recuerdo más allá que ser llamado “caso número ocho confirmado por Influenza H1N1.
En Tercer Grado sucedió también que el secretario de salud fue incapaz de responder cuál es la emergencia de este virus porcino, si en México mueren al año 34 mil personas por enfermedades asociadas a la influenza estacional. ¿Por qué ocho muertes en México, una en Estados Unidos y otros casos en Europa y Asia se califican como pandémicos por la organización Mundial de Salud, y no han sido igual de maltratadas y acorraladas las influenzas estacionales?
¿Cuántos familiares de los meseros, camareras, despachadores y torteros desempleados morirán por falta de sustento nutricional ahora que están cerrados los restaurantes, hoteles y centros de cultura y entretenimiento en México?
Juan Ramón de la Fuente, entrevistado por Jacobo Zabludovsky en “Hasta nuevo aviso” de Grupo Radio Centro, describía con certeza científica el fenómeno epidémico de la Influenza H1N1 y entonces comprendí que si existe una afección física que puede estar afectándonos a todos, pero que este virus no lo generamos los mexicanos, y sin embargo, el que se desarrollara aquí nos está perjudicando en el concepto general de nuestro país. Es aterrador, más allá del partido político que opera la administración federal, la forma en la que nos están descalificando los demás países, cerrando aeropuertos, como Argentina quien desahucia a México, pero no cierra las puertas a Estados Unidos, ni a Canadá donde también hay cientos de casos reportados de influenza H1N1, la comunidad extranjera toda descalifica a nuestros coonacionales que viven y están fuera de nuestras fronteras por que México está infestado de influenza porcina.
¿Quién será ganador de adeptos políticos cuando estemos muriendo todos por la hambruna y desempleo que ya desencadenó la influenza H1N1? Ningún político de ningún partido político quedará de salvador o súper médico, ninguno quedará de prócer mexicano, pues el escepticismo y las secuelas económicas nos llegan ya como látigos mentales, cercenando nuestra individualidad y lo peor: nuestra imagen en el mundo. Hoy los mexicanos somos los apestados mundiales.
pd:: ya me harte del maldito tapaboca y melo quite esdecir le temo mas ala neumonia k ha esta gripa porcina..y si sigo posteando es que no me he muerto y si muero pues mejor ya somos..menos..
pdpdpd:cuenta de regalar tapabocas deberian regalarnos chalecos antibalas ya que es mas probable que nos mate una bala perdida de los narcos que la influenza porcina..
(en el primer trimestre de este año van 2644 muertos por el crimen organizado)
influenza porcina...¿pandemia?
agradecer no cuesta nada.....
