La revista Science asegura que el fondo del mar se elevó varios metros en miles de kilómetros cuadrados. Con la ayuda de dos satélites, los investigadores observaron al menos dos grandes cambios geológicos
Dos satélites de la NASA confirmaron los cambios sufridos por la Tierra tras el seísmo que se cobró casi 250.000 vidas en diciembre de 2004 en doce países ribereños del océano Indico, reveló un estudio difundido hoy por la revista "Science".

Aquel movimiento sísmico, que tuvo una magnitud de 9,1 puntos en la escala de Richter, ocurrió como resultado de la traslación de dos placas continentales sobre una falla en el lecho marino del océano Indico que provocaron un "tsunami" (ola gigante), indicó el estudio.
El terremoto elevó el fondo marino varios metros sobre una superficie de miles de kilómetros cuadrados, según el informe preparado por científicos de la Escuela de Ciencias Geológicas en la Universidad estatal de Ohio.

"Hemos determinado que el terremoto provocó al menos dos cambios en la estructura geológica de la región", explicó Shin-Chan Han, uno de los investigadores.

Primero, el seísmo causó un levantamiento masivo del fondo marino y la geometría de la región. Al mismo tiempo, alteró las medidas previas correspondientes a esa zona registradas por el satélite de posicionamiento global (GPS).

Por otra parte, la traslación de las placas continentales modificó la densidad de las rocas, lo cual produce una alteración gravitatoria detectable, señaló Han.

Esos cambios fueron detectados por los satélites GRACE (Experimento Climático y de Recuperación de la Gravedad), que desde hace cuatro años recogen mediciones gravitatorias terrestres.

Ambos circundan la Tierra a 300 y 500 kilómetros de altura y a una distancia entre sí de unos 220 kilómetros.
En tanto, un estudio publicado en Geology en marzo de este año observó otros cambios, como la mutación de los bancos de corales en el océano. Los geólogos Roger McLean y Paul Kench señalaron que varias islas deshabitadas del Indico tuvieron, como consecuencia del maremoto, un incremento del 17% de arena sobre sus costas, lo que hace peligrar la estabilidad.