Sobre un Pontiac Trans Am ´82, Barris volcó su creatividad para darle al misterioso Michael Knight una movilidad acorde a sus tareas.
La carrocería permaneció intacta a pesar de que se retocaron la trompa y la cola, pero le fueron retiradas las insignias, las baguetas y los ornamentos para camuflar su origen.
El motor original era un V8 de 5.000 cc con un turbocompresor que en la ficción lo ayudaba a KITT a desarrollar prestaciones supersónicas.
Lo más impresionante del auto eran sus interiores: pantallas y botones por doquier para controlar las múltiples funciones que podía desempeñar, en la imaginación de los libretistas de la serie.
Su aparición hizo que General Motors pidiera que no se revelara la identidad del coche ya que los clientes acudían a los concesionarios pidiendo esa versión.