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(Periodismo.com) - Michael Gray, de 45 años, y su hija Jenna, de 17, batieron ingresaron en el Libro Guinness de los Récords, tras pasar 26 horas jugando a las bolitas, sin descanso.

La prueba comenzó un sábado a las 9.00 de la mañana y concluyó el día domingo a las 11.00, marcando un nuevo récord mundial, según afirmó el Daily Telegraph.

Para el reto, los Gray debieron instalar, con la ayuda de su familia, una cancha de bolita en medio del estadio The Rocks, en Sydney. Según contaron los nuevos titulares del récord, el público les brindó una cálida recepción.

Además de la Gloria, los Gray ganaron casi 2.000 dólares para donar a la caridad y 10 dólares más, para un nuevo juego de bolitas.

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