Puerta de Hierro - Reportaje a Perón

Desde Madrid, el enviado especial de Primera Plana, Pedro Olgo Ochoa, despachó este reportaje exclusivo a Juan Domingo Perón, realizado en Puerta de Hierro el 25 de mayo pasado. En una hora y media de conversación, el conductor justicialista abordó temas de candente interés nacional: Frente Cívico de Liberación Nacional, elecciones, torturas, reforma constitucional, su candidatura a la Presidencia de la Nación. Del "tete a tete" se desprenden las claves para interpretar la conducta del Jefe del Movimiento Peronista en la actual encrucijada política argentina.

- ¿Cuáles son los alcances que tiene el Frente Cívico de Liberación Nacional y los resultados que de él se esperan?

- Los resultados que se intentan obtener con el Frente Cívico de Liberación están en su propio nombre: LA LIBERACION DEL PAIS. Es decir la normalización institucional a través de elecciones libres y puras, si las hay, o por otros medios, si estas elecciones no se realizan en la forma que han prometido las Fuerzas Armadas. Obtenido este primer objetivo considero que, en vista de la difícil situación que se le ha creado al país, normalizada la situación institucional, quedará por realizar la reconstrucción del mismo, que al finalizar la gestión de los gobiernos que empezaron en 1955 quedara en la más difícil situación en todos los aspectos. Para encarar esa reconstrucción será preciso que todos los argentinos, sin distinción de banderías ni partidos, se pongan a la tarea de realizarla. En tan aciaga situación no nos podremos dar el lujo de hacer política, ni practicar oposiciones políticas inoperantes. El Frente Cívico de Liberación no tiene finalidad electoral alguna, en el sentido que comúnmente se le da a este vocablo. A nosotros, los justicialistas, electoralmente nos alcanza suficientemente con el Justicialismo. En lo que se refiere a la acción revolucionaria, todo depende de la acepción que también se le da a este término. Muchos confunden revolución con golpe de Estado. La revolución se hace desde el poder y es indudable que los fines de la acción popular están dirigidos a esa revolución, que, impuesta por la evolución actual del mundo, es ya insoslayable para todos los pueblos. Tampoco nosotros podemos escapar a ello.

- Hay quienes afirman que todavía no se ven los resultados de las mesas de trabajo del FCLN. ¿Qué dice usted a ese juicio pesimista?

- Es natural que la experiencia de las mesas de trabajo no exista aún, desde que recién se comienza con su actividad. Esperemos lo indispensable para juzgarlas cuando empiecen a funcionar como está previsto.

- ¿Por qué enfatiza usted tanto sobre la necesidad del trasvasamiento generacional a través de sus mensajes escritos o grabados? ¿Están incluidas las jóvenes promociones de oficiales y jefes militares en ese trasvasamiento?

- Es indudable que el mundo vive en estos tiempos un período de evolución profunda y acelerada. Es la consecuencia que arroja la terminación de un sistema y el nacimiento de otro. Muere el sistema demoliberal capitalista y nacen sistemas de base social, que se consolidan ya en el mundo con los más diversos nombres y características, obedientes a la condiciones intrínsecas de los pueblos y adecuados al pensar y al sentir de las nuevas generaciones que los impulsan. Una de las mayores fortunas del Pueblo Argentino, azotado por la desgracia provocada por la reacción, la constituye nuestra juventud, que en la lucha de todos los días está demostrando su madurez, capacidad y decisión inquebrantable de imprimir al futuro el hálito vivificador de sus ideales, esclarecidos por su pensamiento y ennoblecido por su sacrificio. Y cuando una juventud reúne estas condiciones, la comunidad puede contar con su concurso, se puede afirmar que tiene asegurado el futuro. Las viejas generaciones nacidas y desarrolladas al influjo de un sistema permitido tienen la obligación de dar paso a las nuevas que, representando al futuro, serán las encargadas de asegurar el destino de nuestro Pueblo. Nadie tiene más derecho que ellos que, en último análisis, serán los que han de gozar o sufrir las consecuencias del quehacer actual. Ello es lo que obliga al trasvasamiento generacional. Desde que los jefes y oficiales de las Fuerzas Armadas son ciudadanos como los demás de la república, no escapan de manera alguna a este fenómeno actual de trasvasamiento.

- ¿A qué obedece, según su opinión, la intención del gobierno de Lanusse de reformar la Constitución Nacional? ¿Por qué el Peronismo no admite y se proclama en contra de esa reforma?

- Sobre la reforma constitucional que se intenta por la actual dictadura militar, ya se ha manifestado casi unánimemente la ciudadanía argentina y, como no podía ser de otro modo, la repulsa es general, no sólo porque un "gobierno" como el actual no está autorizado ni capacitado para realizarla, sino porque también se evidencia claramente que ella obedece al intento de hacer trampas en las elecciones prometidas. Nosotros los justicialistas no reconocemos otra Constitución Nacional que la de 1949, que entonces juramos. Su "supresión", realizada arbitrariamente por un acto nulo de toda nulidad, por expresa disposición constitucional, fue hecha con bastardos fines -poder entregar el petróleo a que se oponía su Artículo 40 y para poder atropellar las organizaciones sindicales-; en consecuencia, desde entonces el país ha vivido una etapa inconstitucional.

- ¿Es para usted loable que el gobierno justifique el retraso de las elecciones hasta 1973 amparándose en problemas técnicos: la confección de los padrones?

- Es natural que el inconveniente aducido por los agentes de la dictadura militar se refieran a los padrones. Pero también es natural que se trata de un pretexto creado, porque nadie puede imaginar que la confección de unos padrones, máxime con los medios modernos, deban tardar más de un año. Estoy persuadido que, si se hubiera realizado este trabajo en la forma debida, no podrían haber tardado más de tres o cuatro meses. Es claro que, si se quiere justificar lo injustificable, siempre hay recursos dialécticos que, aunque distan mucho de la verdad, pueden servir para explicar situaciones como la actual. Pienso que este asunto se retarda con fines poco claros.

- ¿Cuál es la razón fundamental por la cual el general Perón no ha llegado a ningún acuerdo en los diálogos mantenidos con los enviados de Lanusse a Puerta de Hierro?

- Yo no he llegado a ningún acuerdo con el Gobierno de las Fuerzas Armadas, porque existiendo un FRENTE CIVICO DE LIBERACIÓN NACIONAL y dentro de él una HORA DEL PUEBLO y un ENA, como otras organizaciones sindicales y económicas, no estoy autorizado moralmente para pasar sobre ellas en acuerdos que, por otra parte, no creo que sean necesarios. Se ha dicho que hay que buscar la forma en que las Fuerzas Armadas puedan regresar con dignidad a sus cuarteles. Yo comparto esa idea, pero para que ello se realice, todo es cuestión de las Fuerzas Armadas y no nuestra. En 1945, la situación era absolutamente similar a la actual. El problema era que las Fuerzas Armadas retornaran con honor y dignidad a su función específica. Para ello, el Gobierno de entonces convocó a elecciones, que fueron realizadas con pureza y limpieza. Así se normalizó la situación institucional del país y las Fuerzas Armadas regresaron a sus cuarteles con la satisfacción de un deber bien cumplido y el respeto y afecto de su propio Pueblo, que lejos de hacerles cargo alguno las elogió, pudiendo desde entonces estar firmemente unidas a ese Pueblo que las sustenta. ¿Por qué entonces, con ese ejemplo, el actual gobierno militar no procede en la misma forma, si realmente lo que le interesa es asegurar para el país una democracia que todos los días invoca, pero no practica? De esto se infiere que, si se procede bien, no hay necesidad de acuerdos a espaldas del Pueblo, que es quien debe decidir. Se ha dispuesto la organización de las fuerzas políticas. Espero que haya sido para que puedan dirimir supremacías de este carácter en una justa electoral, en representación de los sectores en que se fragmenta la comunidad argentina. ¿Cómo se podrían explicar entonces acuerdos extranormales que hacen a la voluntad soberana del Pueblo sin su intervención directa o indirecta? Entiendo, por otra parte, que el Gobierno de las Fuerzas Armadas está en manos de la JUNTA DE COMANDANTES EN JEFE de las mismas y, en consecuencia, un acuerdo de cualquier naturaleza con las fuerzas políticas ha de realizarse en el más alto nivel y con carácter público y no privado, ni menos secreto o confidencial. Si ello fuera necesario, existen los organismos y sus representantes naturales a quienes recurrir en. tal caso.

- Si pese a esos temores se arribase a elecciones limpias ¿volvería a ser candidato a Presidente? No son pocos los que afirman que la mayoría de los argentinos lo designarían como su candidato natural a la Presidencia de la Nación...

- Si lo referente a candidatura debe decidirse con el mismo criterio anterior, que creo es lógico y justo, esta decisión ha de ser también del Pueblo Argentino, a través de sus organizaciones y representantes naturales. Todo otro procedimiento será espurio desde el punto de vista de la democracia que queremos practicar. En ese concepto, ni yo ni nadie puede autoproclamarse ni autoproscribirse, antes que la decisión del Pueblo se haya producido. Porque ¿de qué puede valer un acuerdo o una decisión que tomemos nosotros si luego el Pueblo en ejercicio de su decisión soberana, decide lo contrario? Para el caso de que, como dice usted la mayoría de los argentinos me designaran como su "candidato natural a Presidente de la Nación", habría llegado habría llegado recién el momento de considerar tan espinoso asunto. Yo soy el Jefe de un Movimiento con el arraigo de un cuarto de siglo de existencia y de lucha. Creo que en ese tiempo jamás he defeccionado en la misión que me he impuesto. Me pesan ya los años, pero no encuentro la forma de defraudar a los millones de compañeros que vienen confiando en mí, que en último análisis soy el que los ha metido en esta empresa nacional.

- Hay quienes atribuyen al Justicialismo la intención de querer liderar paternalmente el proceso de liberación latinoamericano. ¿Qué puede decir al respecto como Jefe del Movimiento?

- El Justicialismo es un sistema creado para la Argentina y para los argentinos. Me consta que grandes sectores de la población de nuestros hermanos continentales lo comparten, pero de allí a que sea el Justicialismo una fórmula o esquema continental, media un abismo. Creo que cada uno de nuestros países y de nuestros pueblos debe asimilar un sistema que congenie con sus propias características y condiciones. Naturalmente, desde que todos nuestros países aspiran igualmente a su liberación del neocolonialismo que los está asfixiando.
Como el Movimiento Justicialista es por antonomasia de liberación, resulte común en muchos aspectos de la situación imperante en todo el Continente Latinoamericano. De allí que yo, como creador del sistema, sea conocido y apreciado en muchos sectores de los países hermanos del mismo. El problema de la integración continental, en auge en estos momentos en casi todos los países latinoamericanos, ha sido también causa de mi acercamiento a esos sectores. No hay que olvidar que ya en 1949, con el Tratado de Complementación Económica firmado en Santiago de Chile, se echaron las bases para la comunidad económica latinoamericana, que si no se ha realizado, no por eso ha dejado de existir el empeño de llevarlo a cabo algún día. Como yo he sido el "culpable" de todo eso, es natural que los latinoamericanos, que piensen como yo que "el año 2000 nos encontrará unidos o dominados", mantengan sus esperanzas vivas y puestas en alcanzar tan grande objetivo.

- ¿Cuál es el grado de compromiso que asume el Movimiento Peronista en las luchas de liberación en que están empeñados todos los pueblos del Tercer Mundo?

- Hace ya cerca de treinta años, yo lancé desde la Argentina la TERCERA POSICIÓN, tan distante de uno como de otro de los imperialismos dominantes. Esa idea cayó entonces aparentemente en el vacío. Pero han pasado los años y, en la actualidad, más de las tres cuartas partes de la población del mundo se agrupa en países que son colocados en ella, con el nombre de TERCER MUNDO. Como el Justicialismo ha permanecido firmemente colocado en esa posición, lo lógico es que esa importante parte del mundo moderno, que integrándose continentalmente, constituye el TERCER MUNDO, sienta simpatía por nuestro Movimiento, verdadero precursor de las ideas que se están sustentando en sus propias áreas. Como esta posición internacional se realiza claramente con designios de liberación, es natural que los compromisos existen tácitamente entre todos los que comparten la posición. De allí nuestras vinculaciones con los países y continentes del TERCER MUNDO y los compromisos correspondientes y mutuos.

- ¿Qué opina de la ola de torturas y secuestros desatados en nuestro país?

- Es una cosa espantosa. Jamás hubiera creído que eso ocurriera en la República Argentina. Si en un hombre común la delincuencia es mala, en el funcionario policial es mas grave aún porque dispone de total impunidad. Y en este caso el Poder es delincuente. Yo creo que ni en la Edad Media existían casos como los que ocurren ahora en nuestra Patria. Fíjese el caso de esta chica Norma Morello, que precisamente leí en PRIMERA PLANA, como otros numerosos publicados por ustedes.

- ¿Cual es el estado anímico de un hombre que, como usted, conduce un movimiento de masas viviendo fuera de su país, en el exilio obligatorio?

- Nunca ha sido confortable la suerte del proscripto. En mi caso ha sido peor, no sólo por la larga separación y distancia, sino también porque he debido contemplar impotente la triste suerte del Pueblo Argentino, azotado por una desgracia preconcebidamente provocada por las fuerzas de la reacción, que vengaron en él el odio de su impotencia. Cada carta que recibo de mis compañeros —que son miles— es para mí un momento de dolor y de pena ante los sufrimientos que están pasando. Sin embargo, como nunca he dejado decaer mi actividad en su defensa, en cualesquiera sean los lugares en que me he encontrado, ése ha sido un consuelo y una manera de sobrellevar la tristeza del exilio.

Así vieron a Perón

POLITICOS. Son dirigentes políticos. Nunca habían visto a Perón. Lo conocieron en la reunión de "Niño". Después nos contaron sus Impresiones.

ENRIQUE VANOLI (U.C.R.):

"En realidad, yo tenia ganas de conocerlo. Y me recibió con un gran afecto, con cordialidad. Me encontré con otro Perón, no con el que combatí, sino con otro hombre que, como entendemos, todo comprende y cree que la solución del país no pasa por una persona o por un partido, sino que pasa por todos nosotros. Esa creo que es la gran diferencia que hay entre el Perón que combatí y el de ahora. Emocionalmente, no me produjo nada en especial, será porque llegamos tarde y nos encontramos con todos presentes y sentados. Entonces, apenas entré, de golpe, me encontré con Perón. Insisto: fue muy afectuoso, aunque en ese momento me preocupó más cómo lo recibía a Balbín, a quien también recibió con afectuosidad".

CAMILO MUNIAGURRIA (Partido Demócrata Progresista)

"Yo fui contrario a Perón y no he cambiado. Pero en estos momentos entiendo que lo importante es la contribución a la Unidad Nacional. No se puede negar que se trata de una personalidad destacada, de un hombre que representa sus años. Ni me conmovió ni me causó sensaciones especiales. Sólo entiendo —siendo esto importante— que es un personaje importante de mi país, que es un líder, una realidad."

SALVADOR BUSSACA (Partido Popular Cristiano)

"Básicamente me produjo la sensación de un político que está seguro de su estrategia y de tener un gran dominio sobre sí mismo. Además, me impresionó muy bien su deseo de colaborar en pos de la unidad nacional y por la pacificación del país."

LEÓN PATTLIS (Partido Demócrata Progresista)

"Quedé muy bien impresionado. Me da la sensación de ser el hombre más cauto del peronismo, con una estrategia resuelta acorde a sus posibilidades y a las necesidades del país. Además, me dejó muy impresionado su discurso en el cual se refirió a su renunciamiento y a la unidad nacional. Y también es necesario destacar las coincidencias, que son fundamentales, especialmente a partir de que el problema argentino no se puede solucionar ni con una persona ni con un partido sino a través de la coincidencia de todos. Ademas, Perón, asi como los demás, me produjo una gran confianza."

JUAN SUAREZ ASIN (Movimiento de Recuperación Provincial de Tucumán)

"Advertí un Perón muy diferente de aquel que se fue hace 16 años. El tiempo, sin duda, ha cumplido en él una labor muy positiva. En todos los casos Perón hace gala de sos conocimientos históricos y de su capacidad para elaborar estrategias. Cuando habla, lo hace con la seguridad de que no se va a equivocar y además su información es toda de primera mano. Lo que evolucionó Europa en estos años, ese frescor que la caracteriza se advierte también en Perón y él quiere aplicarlo aquí en el país. No se trata de un deslumbramiento, sino que se puede coincidir o no con sus puntos de vista, pero lo que no se puede negar es la claridad de sus ideas y tampoco se puede negar la forma en que ve el desarrollo del proceso nacional."

LOS QUE FUERON EN EL CHARTER

No faltaron las voces que entendían que no podían juntarse en un "charter" para buscar a Perón figuras científicas como Jorge Taiana o Raúl Matera con Leonardo Favio, Abel Cachazú, José Sanfilippo o Marilina Ross. Hasta se le dio calificativo circense. No pocas veces en la vida, medida en dimensión de tiempo, la payasada de hoy fue la historia del mañana. El peronismo tiene su liturgia muy particular; fue eso... Bombo, profesores como Ramón Carrillo o Oscar Ivanisevich; poetas como Enrique Santos Discépolo, Homero Manzi o Leopoldo Marechal: ídolos populares como Oscar Alfredo Galvez, José María Gatica o Hugo del Carril. ¿Por qué iba a traicionar su liturgia en esta ocasión? Las criticas pueden resultar muy frívolas y muy poco aceptadoras de una realidad del conjunto. Tal vez esto explique mejor que nadie la presencia de Leonardo Favio junto a Alfredo Gómez Morales para acompañar a Perón.

GUIDO DI TELLA

Una figura independiente, de total honestidad mental, un apasionado economista, con rasgos sociológicos, recibe la invitación y va. ¿Por qué? Di Tella no es peronista. ¿Entonces? Nos dio una explicación casi conmovedora: "Esta oportunidad es histórica. No quiero que pase por mi lado sin tomarla por no comprometerme con la realidad. Creo que puedo aportar algo, un uno por ciento, a la solución argentina. Por eso voy. Porque no, quiero que un día, ya viejo, mis hijos me puedan preguntar: ¿Cuando pudiste hacer algo, ¿por qué no lo hiciste?. Y no tenga respuesta o tenga la respuesta habitual en los argentinos; por no meterme"

CHUNCHUNA VILLAFAÑE

Es hija de un teniente coronel que pasó a retiro cuando se produjo la caída del régimen de Perón. Nunca ocultó sus sentimientos peronistas y cada vez que por motivos de trabajo debió trasladarse a Europa visitó al jefe del movimiento del cual es adicta. No cabe duda que, además, por su rol en el ambiente artístico podríamos decir que "se jugó". Cosa extraña. Hace años nadie de ese mundo "se hubiera metido en política". ¿Estamos adultos?

REPORTAJE AL PADRE CARLOS MUGICA

—Padre, ¿por qué viajaron ustedes a buscar al general Perón?

—Cuando el padre Vernazza y yo recibimos la invitación del Movimiento Justicialista para acompañar la delegación que iba a buscar al general Perón, decidimos viajar luego de hacer muchas consultas con sacerdotes de distintas tendencias, por el hecho de que sentimos que teníamos que estar presentes —precisamente— porque somos sacerdotes, porque no se trataba simplemente de un hecho político sino de un hecho histórico que trasciende ampliamente lo político y que se puso en evidencia por la representación de las personas que viajaron, que era multiforme, que respondía a distintos sectores del quehacer nacional. Sentimos que debíamos estar presentes porque los más amplios sectores de la patria esperaban este acontecimiento, y ahora los hechos van dando razón a esto: una gravitación decisiva para que se superen los innumerables problemas que padece nuestro pueblo: desocupación galopante, un millón y medio de hermanos nuestros que no tienen trabajo, situaciones irritantes de injusticia... un estado de postración nacional, Y nosotros vemos en este regreso el cumplimiento de un prolongado, perseverante e intenso anhelo popular, porque el pueblo en estos 17 años jamás ha perdido la esperanza de volver a reencontrarse con su líder; y lo significativo es que hoy también los jóvenes son los que están presentes en primera fila en la calle para saludarlo.

Nosotros, como sacerdotes y respondiendo a lo que nos enseñan nuestros obispos en, por ejemplo, el documento de Acción Pastoral del Episcopado, donde se nos señala que la acción de la Iglesia debe realizarse desde el pueblo y con el pueblo, sentimos que en este viaje teníamos que acompañar las esperanzas de nuestro pueblo.

Cuando yo volví, una de las alegrías más grandes fue que una señora de unos 50 años, de la villa, me dijo: "Los pobres también estábamos en el avión porque estaba usted". Y ellos saben perfectamente que yo no soy pobre, pero también saben perfectamente que yo estoy al lado de ellos. Como lo hemos declarado nosotros en el momento en que viajamos, entregando una declaración a la prensa, que fue silenciada..., la razón particular por la que el padre Vernazza y yo estábamos en este viaje es porque somos sacerdotes que trabajamos en las villas de emergencia, porque vivimos en contacto allí con lo más noble de nuestro pueblo, los más postrados, los más explotados, los que viven sumergidos por el hambre, la explotación y la marginación y que también viven llenos de esperanzas; lo cual se evidenció en esa estupenda peregrinación a Lujan que hicimos hace tres semanas en la cual los villeros gritaban frente a la Virgen Santísima: "Las villas en la acción contra la explotación", "Las villas en la acción por la liberación". Ven en Cristo y la Virgen —precisamente— a aquellos que siempre estuvieron de parte de los pobres. Es muy notable que un villero dijera en Lujan, refiriéndose al Señor Jesucristo y a la Virgen, lo siguiente: "Yo le pido a la mamá del divino peleador que nos ayude a tener tuerzas para pelear por nuestra dignidad". No veía en Jesucristo a un blando, chirle, como ciertas imágenes que lo presentan sino a aquel que lucha para que haya fraternidad, para que haya paz, la cual sólo puede ser fruto de la justicia, como dice Paulo VI.


Nosotros pensamos que este regreso histórico hace renacer la esperanza de nuestro pueblo. Además, nosotros hemos estado en esta comitiva por una razón de justicia, de reparación. Así como los "curas" fuimos señalados por nuestro pueblo como aquellos que colaboramos a alejar a Perón de su pueblo, pienso que también tiene que haber curas junto a Perón en este momento en que él vuelve a acercarse a su pueblo. Nosotros hemos estado presentes no porque seamos peronistas, sino porque somos sacerdotes, porque entendemos perfectamente que como sacerdotes, siempre los pobres deben encontrar en nosotros una solidaridad definitiva, porque Jesucristo nuestro señor fue pobre y vivió siempre junto a los pobres, aunque luchó por la liberación de todos, pero desde los pobres; y pienso que la perspectiva de un sacerdote —hoy— debe ser desde los pobres. A partir de los pobres debe amar a todos.

También debe amar a los ricos. Y precisamente por amor a los ricos tiene que hacerles ver que si no pone su riqueza al servicio de la comunidad, no entrará en el reino de los cielos.
En esta comitiva nosotros no hemos llevado la representación de nadie sino que fuimos como simples cristianos y simples sacerdotes que hemos querido participar en una experiencia excepcional de la historia de nuestro pueblo.

—¿Qué cosas del viaje recuerda que lo hayan impresionado...? ¿Por qué no me va contando, tal cual fue sintiendo, los distintos momentos del viaje... ?

—A pesar de que en el avión había representantes de distintas posiciones, me parece importante remarcar que todo quedó un poco postergado, por decir así; y creo que todo el mundo tomó conciencia de que estábamos participando de un hecho histórico, que éramos 130 privilegiados y que había muchos otros quizás con mucho más derecho para estar en ese avión; algunos que hoy están en la cárcel y otros que han muerto en el camino. Y lo que más me impresionó fue el diálogo que tuve con el doctor Cámpora, por quien yo tengo un enorme respeto, porque pienso que ha sido una herramienta fundamental en el regreso del general Perón. Yo creo que Cámpora empieza a ser reivindicado y pese a la campaña realmente desleal y deshonesta que se ha llevado contra él desde los medios de difusión. Creo que su figura emerge con una gran fuerza porque realmente ha demostrado una fidelidad total a la misión que le encargó el general Perón y porque ha tenido el coraje de soportar toda la propaganda en su contra. Me narró que en los momentos más difíciles de la campana contra él, el general Perón le mandó una carta diciéndole: "¿Lo atacan, doctor Cámpora? Significa que usted está cumpliendo bien su cometido."

Después me impresionó muy bien la actitud de Leonardo Favio, que quedó reflejada en unas declaraciones que salieron en "Crónica", en donde señala —y yo estoy totalmente de acuerdo— que en este momento, más que nunca, tal como nosotros lo recordamos en la misa de San Pedro, no tenemos que olvidarnos de tantos que, como Fernando Abal Medina, Ramus y otros que cayeron en la lucha del pueblo, que dieron su vida por la fraternidad (que habían equivocado o no los medios, eso sólo Dios lo juzgará), pero que realmente se jugaron enteros, pusieron su vida para que exista la justicia en nuestra patria, y tantos que hoy están en la cárcel. Yo pienso en la alegría que sentirán Masa, Maguid y muchos otros, a quienes algún día se les hará realmente justicia

—¿Tuvo algún contacto con el general Perón durante el viaje?

— No. En realidad el único contacto son el general Perón fue un fugaz saludo que le pudimos hacer todos y en el cual yo, personalmente, en medio de la emoción que tenía, le señalé simplemente que en este saludo, con este abrazo que yo le quería dar, lo estaban abrazando sus hermanos de las villas, para quienes empezaba a salir el sol. Después, a la vuelta, hubo una consigna tácita que fue totalmente respetada: no molestarlo para que llegara en las mejores condiciones posibles. Nuestra misión era estar junto a él: en alguna medida, aunque mínima, para colaborar en su seguridad personal, y para que todo el espectro de los distintos sectores estuviera presente.

—¿Qué nos puede contar, padre, de la larga y aún confusa anécdota de la audiencia papal, la resignación de Perón y la visita de monseñor Cassaroli?

—Bueno, en primer lugar, una de las cosas que más me sorprendieron fue la enorme importancia que le dio a Perón toda la prensa italiana; en segundo lugar, por lo que pude conversar con algunos sacerdotes italianos y por lo que pude ver en la televisión, se considera que la visita de monseñor Cassaroli a Perón tiene un particular relieve. Es cierto, y como se dijo, Perón resignó la posibilidad de tener una audiencia con el Papa para evitar alguna implicancia política e impedir que la Santa Sede tuviese una situación molesta con el gobierno argentino. La entrevista de monseñor Cassaroli se consideró como una distinción que se le hacía al general Perón desde el momento en que éste no había hecho una visita previa al Vaticano.

—¿Quién es exactamente monseñor Cassaroli?

—Bueno, es una figura que tiene un enorme prestigio. En "Corriere de la Sera" se dice que es uno de los "papábiles". Y se lo considera que es algo así como el Kissinger del Vaticano, porque es el que se ha encargado del delicado restablecimiento de las relaciones con países del este europeo: Polonia, Hungría, Yugoslavia y eventualmente con la URSS. En síntesis, un hombre de absoluta confianza del Santo Padre.

—¿Cómo se evaluaba en el peronismo eso de Perón como prenda de paz?

—Vuelvo a repetir que mi presencia allí no estaba dada como peronista sino como sacerdote que vive junto a los pobres, a los humildes, a los trabajadores, a nuestro pueblo que es peronista. Pienso que el regreso del general Perón puede ser prenda de paz porque el justicialismo y el peronismo son ansia profunda de justicia; y lo que más me impresionó, no sólo en el avión sino también en los hermanos de la villa, es que en este momento no hay el menor ánimo de revancha. En cambio, si lo acabamos de ver en ese espíritu realmente anticristiano, de revancha, en las declaraciones de ciertos sectores antipopulares, gorilas, aquellos que no se resignan a perder sus privilegios. Las declaraciones del almirante Rojas son una verdadera incitación a la violencia.

—¿Qué sensación tuvo al llegar a Buenos Aires?

—La sensación que experimenté (personalmente) fue de una cierta incertidumbre, porque momentos antes de aterrizar se nos comunicó que sólo nueve personas podían bajar a tierra. A medida que veníamos bajando, en medio de la lluvia alcanzamos a ver que Ezeiza era una zona desierta. Y al bajar, después que la policía penetró en el avión para ver sí había armas de fuego, como se nos dijo, la sensación que tuve fue la de llegar a mi patria convertida en una cárcel. Tenía la sensación de llegar no a Buenos Aires sino a Vietnam.

—Bueno, usted ya está en Buenos Aires... ¿qué hizo luego? ¿Tomó contacto con su gente en la villa?

—Bueno, aunque llegamos a las 11, sólo pudimos salir del Aeropuerto a las 2. Vine a casa e inmediatamente a la villa. Y ahí viví la sensación mezcla de alegría y de tristeza: alegría, porque el general Perón estaba en la Argentina, y tristeza, porque no lo habían podido acompañar. Esa situación —al día siguiente— comenzó a transformarse en una desbordante alegría, y vuelvo a señalar que en ningún momento, en mis hermanos de la villa, yo, vi la menor actitud revanchista o rencores. Nuestro pueblo siempre es positivo. Había una profunda alegría y una gran esperanza. Me preguntaban si yo sabia cuánto tiempo se Iba a quedar Perón. La gente quiere que se quede... la gente quiere que Perón sea presidente.

FUENTE: Los retornos de Peron